La australiana Ashleigh Barty, número uno del mundo, bordó un tenis impoluto para arrollar a la estadounidense Madison Keys por 6-1 y 6-2 en la primera semifinal del Abierto de Australia.
Barty, que todavía no ha encajado más de cuatro juegos en un set en lo que va de competición, cerró una impecable primera manga con un tres de tres en pelotas de rotura, así como con cuatro errores no forzados que contrastaron con los 14 de su rival.
Estuvo también brillante e intuitiva al resto al no verse intimidada y romper en tres ocasiones el servicio de una Keys que acumuló un 78% de primeros en juego.
Su arma más letal, el servicio, también lució tras conceder sólo una pelota de rotura a lo largo de una primera manga que duró 26 minutos y variar tanto los efectos como las direcciones para aturdir a su rival.
La tenista de Illinois se reencontró con su revés en el segundo parcial y pudo hacer daño desde ese flanco para mantenerse a flote hasta el 2-2.
Barty, que acumuló 13 golpes ganadores en el segundo asalto, consiguió mantener su servicio a pesar de ofrecer una pelota de ‘break’ e intimidó a continuación desde el resto al cerrar el juego con un 4-2.