Ricky Rubio (31 años, El Masnou) reaparece más risueño de lo previsto en La Vanguardia después de caer lesionado de gravedad el 29 de diciembre con los Cleveland Cavaliers por culpa de un resbalón que le partió la rodilla izquierda.
Tras desvelar que ya ha sido operado en Nueva York y asumir el periodo que deberá estar sin jugar (un año), se encarga pronto de virar la entrevista hacia una desdramatización que se agradece. “Igual me enrollo un poco”, advierte a través de la pantalla del ordenador. Ojalá todos los entrevistados empezaran así.
Estoy muy bien. Sé que la recuperación será una montaña rusa porque he vivido antes esta situación, pero me lo tomo como un reto diferente. Habrá que acostumbrar al cuerpo y a la mente a otras rutinas pero mi motivación es increíble. El reto ha cambiado y lo acepto con entusiasmo.
Sí, en Nueva York el día 5, un buen regalo de Reyes… Ahora espero a que me dejen viajar a Barcelona a seguir con el principio de la recuperación en casa. Sé que a partir de ahora cada paso es clave, lo aprendí por los errores que cometí en mi primera lesión (2012).
Fue lo primero que hice. Pero luego pensé en que sobre el futuro es mejor pensar poco, te roba un poco de presente. Las cosas que me han pasado en la vida me han llevado a esa conclusión. Es lo que he aprendido.
Serán de 10 a 12 meses. Pero no me obsesionaré con eso, trataré de disfrutar de cada etapa.