Más pobres, vulnerables y ansiosos que hace unos meses atrás, millones de latinoamericanos buscan responder, en el 2021, algo tan vital como esto: ¿quién puede sacarnos del pozo en que nos encontramos? La pregunta dominará las elecciones que varios países de América Latina prevén celebrar en el transcurso del año. Los datos son claros, la región sufre la su peor contracción económica en un siglo, cercana a 9,1% en 2020, con unos 40 millones de personas más entrando en la pobreza.
El calendario electoral latinoamericano 2021, tuvo su primera cita en Ecuador el 7 de febrero próximo pasado, en Perú, sacudido por la pandemia y una fuerte inestabilidad política que le ha llevado a tener tres presidentes distintos durante 2020, las elecciones están previstas para el 11 de abril del corriente año. Otro país con un complejo panorama es Chile, que tiene elecciones para el 21 de noviembre del corriente año, tras la gigantesca ola de protestas callejeras de 2019 y parte del 2020.
En noviembre también habrá elecciones en Honduras y Nicaragua. Además, los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador en México y de Alberto Fernández en Argentina tendrán tests de popularidad en junio y octubre respectivamente, con elecciones legislativas de mitad de mandato previstas en sus países. Pareciera que América Latina tiene la necesidad de reformular el contrato social, lo cual solo ayudaría a medio balancear el ambiente político porque es inevitable el surgimiento de opciones populistas, que las va a haber de todos modos y en todos los países.
En el caso de Ecuador el economista ecuatoriano de izquierda Andrés Arauz ganó la primera ronda de las elecciones presidenciales después de obtener alrededor del 32% de los votos, lo que lo lleva a una segunda vuelta el 11 de abril, donde deberá enfrentar al Abogado y líder indígena Yaku Pérez o al banquero Guillermo Lasso. La carrera por el segundo lugar, hasta el momento de redactar este articulo sigue sin definirse ya que ambos candidatos se encuentran prácticamente empatados después de recibir aproximadamente el 20% de los votos, cada uno.
Con Andrés Arauz “llega la Revolución Ciudadana 2.0, que, en definitiva, es una nueva versión del movimiento fundado por Correa y que, se enmarca dentro del llamado socialismo del siglo XXI del difunto presidente Chávez.
El liderazgo de Arauz muestra la creciente polarización en Ecuador, así como el aumento de los apoyos a las políticas populistas. Su elección aumentaría la probabilidad de que Ecuador entre en conflicto con los organismos financieros internacionales (FMI), por el pago de la deuda y por las condiciones en las que se concedieron los préstamos. Quien sea contra quien Arauz termine compitiendo, dará forma al debate político previo a la votación de abril. La campaña de Lasso se centraría en políticas económicas liberales, mientras que Pérez centraría la campaña en la minería y otros temas ambientales.
No obstante, la lucha dejará de ser entre Arauz y otro candidato y será una lucha entre el llamado “correísmo” y el “anticorreísmo” que dividen profundamente al país y que encarnan dos modelos de desarrollo económico opuestos, uno de corte socialista y el otro de corte más o menos liberal. Quien sea el ganador de la contienda electoral tendrá que hacerse cargo de un país con altos niveles de informalidad laboral (70%) y una pobreza que a nivel urbano es del 15,9%, la extrema pobreza del 4,7%, mientras que en el área rural la pobreza es del 43,0% y la pobreza extrema del 18,1%.
Lamentablemente, la pregunta que aparece en el primer párrafo del presente artículo no tendrá quien la responda como tampoco habrá una respuesta que alivie, en el largo plazo, el precario estado de bienestar, ni en Ecuador y tampoco en el resto de la región