Sí amigos, se acabaron las fiestas de Navidad y año viejo, y ahora ¿qué?
Bueno les cuento: La vida continuará como siempre, habrá días buenos, no tan malos y a veces malos; pero es la vida misma que nos pondrá donde tenemos que estar o que hacer. Lo ideal es que comencemos el año con ganas e ilusión, a pesar de las cosas malas que te puedan suceder, que no tienen vuelta atrás. Y, por que digo esto, simplemente porque justo el 1 día de año nuevo, me dieron la noticia del fallecimiento de una hermana muy querida. Ya se imaginarán con me sentí, destrozada, no lo podía creer, hasta ahora no lo asimilo, pero, me dije: Ali con todo tu dolo, tienes que seguir adelante. Tienes que renovar las energías y llevar a cabo las ideas que te gustaría cumplir.
Y, hablando de estas fiestas navideñas y después de tanto corre y corre y del trajín que conlleva todas estas fiestas y, del cansancio que sentía, me dije: hay que descansar.
Después de sobreponerme a todo, al fin pude sentarme a escribir este artículo, no había podido después de tantos días de ir y venir arreglando el arbolito de navidad, con todo lo que conllevan estas fiestas.
Seguidamente, tuve que hacerme cargo de comprar los regalos para mi familia. Dios, esto sí que es un lio. No es fácil, no sabes que regalar. Con algunos de ellos llegue a la conclusión de darles dinero para que se compren lo que quisieran.
Después de todo este embrollo, pensar en la cena de navidad y, que hago ahora, me repetía una y otra vez. No quería preguntarles a mis hijos, “que quieren comer” por qué sabía que cada uno de ellos (son 3) pedirían diferentes cosas. Me dije: hare algo que a todos les gusta; pavo al horno y un jamón con pina. Para que les cuento, quede como la buena cocinera. Sentí que disfrutaron la cena, y yo quedé satisfecha al quedar bien con ellos.
Después llego la repartición de los regalos, los cuales los había arreglado con mucho entusiasmo y dedicación, con bonitos y coloridos papeles, me quedaron hermosos. Me dio pena al ver como los rasgaban y rompían. Claro, comprendí que esto es así, no importa lo bonito y el amor que uno le pone al arreglarlos. Así tiene que ser.
Se acabo la fiesta todos se regresaron a su casa. Volví a repetir “se acabo la navidad”. Ahora a recoger la basura, limpiar la cocina, en fin, fue un día de mucho trabajo. Al día siguiente toco poner la casa en orden, quitar y guardar los arreglos navideños. La verdad, a más de mucho trabajo, todo esto es un lio. Así es la navidad.
Y, ahora ¿qué? Pues pensar nuevamente que hacer en el Año viejo, y que propósitos para el Nuevo.
Me dije: Este va ser mas fácil, porque en esa fecha nunca nos reunimos, cada cual hace su propia fiesta. Pensé que no tenia que hacer mucho, solo Manuel y yo, en casa a esperar el Año Nuevo y despedir al viejo. Pero, ¿qué paso? Mi hijo Rodney anuncio venir el 31 para cenar con nosotros…. Me dije, Ali piensa, ¿qué vas hacer de comer? Antes que terminara la llamada, el me dijo; quiero carne apanada y una pierna de cerdo al horno. Salimos de inmediato a comprar lo que necesitaba para este festín, solo me dije, Señor, en que trajín me has metido. Gracias a Dios tuve suficiente tiempo para preparar la cena inesperada de Año Viejo.
Por otro lado, mi mente maquinaba en los rituales que quería hacer esa noche. Eso sí, no podía dejar de hacerlos. ¿Y, cuales son mis rituales? Allí les va. Primeramente, toda mi ropa que uso esa noche, tiene que ser nueva, con interiores amarillo y rojo. Hago las 12 uvas pidiendo los deseos, el balde de agua que desde la mañana lo pongo en un rincón de la casa, según la creencia, recogiendo las malas vibras… al cabo de las 12 pm. tiro el agua fuera de la casa. Dinero en la mano, las lentejas, el champagne y la vueltita con la maleta. Uff que cansancio señores. Para muchas personas estas son tonterías, para otros es de risa, para mí, es como un juego que me distrae. Además, dicen que todo esto se hace para el amor, la prosperidad y la salud. Que, si es verdad o no, quien sabe. Yo lo hago por si acaso. Ja, ja.
No podía faltar mi lista de propósitos y de buenas intenciones.
¿Pero los cumpliré?… que compromiso. Ya les contare con el tiempo. Ahora solo quiero terminar deseándoles a todos mis lectores y compañeros del gremio de la pluma:
FELIZ AÑO NUEVO 2023. QUE TODOS SUS DESEO LOS VEAN CUMPLIDOS.