Durante el anterior gobierno de los talibanes, en la década de 1990, se prohibió a las mujeres la educación y el trabajo.
El alcalde talibán de la capital afgana, Kabul, ha dicho a las empleadas municipales que se queden en casa a menos que sus puestos no puedan ser ocupados por un hombre.
Hamdullah Nomany dijo que los talibanes “consideran necesario impedir que las mujeres trabajen durante un tiempo”.
Esta es la última restricción impuesta a las mujeres afganas por el nuevo gobierno integrista islámico del país.
Después de tomar el país el mes pasado tras la retirada de las fuerzas estadounidenses, los talibanes dijeron reiteradamente que los derechos de las mujeres se respetarían “en el marco de la ley islámica”.
Sin embargo, como se evidencia con la nueva orden, los talibanes son partidarios de una interpretación estricta del sistema jurídico del Islam, la sharía.