El gobierno de Italia implementó obligatoriamente el pasaporte sanitario contra el coronavirus para los profesores y los pasajeros del transporte público, incluidos los vuelos nacionales, los transbordadores y los trenes de larga distancia.
El llamado Green Pass, una extensión del certificado digital Covid-19 de la Unión Europea, se exigirá a partir del viernes para entrar en cines, museos y recintos deportivos cubiertos, o para comer en restaurantes cerrados.
El certificado sanitario acredita que los portadores han sido vacunados con al menos una dosis, se han recuperado del Covid-19 en los últimos seis meses o han dado negativo a un test en las 48 horas anteriores.
Según el nuevo decreto ley, el personal escolar y universitario necesitará el pase, al igual que los estudiantes universitarios.
El personal que no lo tenga durante cinco días seguidos será suspendido y se le congelará el sueldo, según los medios italianos.