El jefe de la diplomacia israelí, Yair Lapid, presentó un plan para “mejorar” las condiciones de vida de los palestinos en la Franja de Gaza a cambio de un compromiso de “calma” por parte del movimiento terrorista Hamas, que gobierna el enclave.
“Durante demasiado tiempo, las únicas dos opciones eran conquistar Gaza o la violencia sin fin. Ambas opciones son malas”, dijo Lapid al presentar su iniciativa “Economía a cambio de seguridad” en una conferencia sobre seguridad en Jerusalén.
En concreto, propuso un plan en dos fases, pero sin negociaciones con Hamas, un movimiento considerado “terrorista” por Israel.
En la primera fase, “se repararían las líneas eléctricas, se conectaría el gas y se construiría una planta desalinizadora de agua” en Gaza, un territorio que tiene de media 12 horas de electricidad al día y poca agua potable.
En una segunda fase, se construiría un puerto y un “enlace por carretera” entre Gaza y Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel, así como una nueva zona industrial, explicó.