El gobierno de Biden publicó una serie una de documentos secretos que algunos historiadores, y teóricos de la conspiración, esperan que arrojen luz sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963.
La publicación de casi 1.500 documentos aún deja más de 10.000 parcialmente redactados o retenidos por completo. Se espera que esta publicación prolongue el amargo debate entre el gobierno federal y los investigadores de John F. Kennedy, que han argumentado que la CIA, el FBI y otras agencias de seguridad nacional han obstaculizado continuamente la publicación ordenada por el Congreso.
Los investigadores más veteranos de JFK afirman que la publicación probablemente no incluye una prueba irrefutable que cambie sustancialmente la comprensión pública de las circunstancias que rodearon la muerte de Kennedy, ni tampoco, según los historiadores, es probable que exista alguna otra.
Sin embargo, para muchos legisladores y defensores de la transparencia, la publicación de los documentos tiene que ver con el restablecimiento de la fe en el funcionamiento del gobierno.
En octubre, el presidente Joe Biden retrasó la publicación de los documentos para “protegerlos de un daño identificable para la defensa militar, las operaciones de inteligencia, la aplicación de la ley o la conducción de las relaciones exteriores que sea de tal gravedad que supere el interés público de la divulgación inmediata”.
Estableció dos plazos: miércoles, para que los documentos que las agencias de seguridad nacional no hayan propuesto sean retenidos, y el 15 de diciembre de 2022, para que los documentos restantes sean sometidos a una rigurosa revisión de seguridad y luego sean divulgados.