Según la Asociación Estadounidense de Bibliotecas (ALA), señala que ha brindado orientación legal y apoyo a varias bibliotecas afectadas por el “aumento dramático” de los intentos de eliminar libros relacionados con temas LGBTQ y personas de color.
Desde el 1 de junio, la Oficina de Libertad Intelectual de la ALA ha rastreado 155 incidentes en todo el país y ha brindado apoyo y consultas en 120 de esos casos.
“Estamos viendo un volumen de desafíos sin precedentes en el otoño de 2021”, manifestó Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina de Libertad Intelectual de ALA. “En mis veinte años con ALA, no puedo recordar un momento en el que tuviéramos múltiples desafíos a diario”.
En un comunicado, la junta ejecutiva del grupo expresó que ciertas organizaciones promueven la idea de que “las voces de los marginados no tienen cabida en los estantes de las bibliotecas”.
Asimismo, estos grupos afirman falsamente que algunos libros son subversivos, inmorales e inducen a la gente a “abandonar los principios constitucionales, ignorar el imperio de la ley y desconocer los derechos individuales “.
El liderazgo de ALA indicó que están condenando esos actos de censura e intimidación y continuarán “defendiendo los derechos constitucionales de todas las personas de todas las edades para utilizar los recursos y servicios de las bibliotecas”.
El hecho ocurre después de que numerosas escuelas en Texas, Florida y varios otros estados hayan recibido quejas relacionadas con ciertos libros. La tendencia surgió del debate crítico sobre la teoría racial y del pánico sobre cómo se les enseña a los niños la historia, la raza y los temas queer. En Texas, el gobernador Gregg Abbott pidió a las juntas escolares del estado que eliminen los libros descritos por él como “pornografía”.