Estados Unidos reactivará la próxima semana la política “Permanecer en México”, que obliga a los solicitantes de asilo esperar en México por sus audiencias ante una corte de inmigración, acatando la orden de un juez federal.
La administración del presidente Joe Biden puso fin a la política, puesta en marcha por su antecesor Donald Trump, después de su toma de posesión en enero; sin embargo, un juez federal determinó en agosto que el gobierno no siguió el procedimiento adecuado y ordenó su restablecimiento.
La política vuelve a implementarse después de negociaciones entre Estados Unidos y México, que expresó las preocupaciones humanitarias por la acumulación de migrantes en el territorio.
A partir del lunes, las autoridades estadounidenses preguntarán a los solicitantes de asilo si temen ser regresados a México -en lugar de esperar a que ellos lo manifiesten-, en caso la respuesta sea afirmativa, serán sometidos a una investigación y tendrán 24 horas para encontrar a un abogado o un representante.
Asimismo, EE.UU. ofrecerá vacunas contra el COVID-19 a los migrantes e incluirá más categorías de personas consideradas vulnerables. También tratará de mejorar la seguridad de los que viajen de ida y vuelta, con albergues situados en sectores más alejados de la frontera.