“Nos han defraudado y nos deben explicaciones”, declaró, con la voz destrozada por la emoción, Simone Biles, de 24 años, ante una comisión del Senado encargada de examinar los “fallos” de la investigación.
Las gimnastas Simone Biles, McKayla Maroney, Maggie Nichols y Aly Raisman denunciaron la falta de acción de las autoridades deportivas y de la policía federal (FBI) para prevenir las agresiones sexuales cometidas por el exmédico del equipo femenino, Larry Nassar, en atletas jóvenes por más de dos décadas.
“Hago responsable a Larry Nassar y hago responsable a un sistema entero que permitió y perpetró estos abusos, la Federación estadounidense de gimnasia y el Comité Olímpico estadounidense”, dijo Biles, múltiple medallista de oro olímpico.
Larry Nassar, de 58 años, cumple una condena de cadena perpetua después de haber sido condenado a varias sentencias severas en 2017 y 2018 por agresiones sexuales a más de 250 gimnastas, en su mayoría menores, cometidas en la federación de gimnasia, en la Universidad estatal de Michigan y en un gimnasio en Lansing donde trabajaba.
El director del FBI, Christopher Wray, pidió disculpas a las víctimas de Larry Nassar, admitiendo que “los errores fundamentales cometidos en 2015 y 2016 nunca debieron haber existido”.
El “delito” del FBI
McKayla Maroney centró su ira en la oficina local del FBI que había recogido su testimonio con detalles muy precisos sobre los ataques.
“No sólo el FBI no hizo una investigación, sino que cuando (los agentes federales) finalmente hicieron un informe 17 meses más tarde, hicieron declaraciones falsas sobre lo que había dicho”, denunció la exgimnasta de 25 años, que había sido atacada cuando tenía 13 años.
Aly Raisman, quien reveló que había sido atacada a partir de 2010, denunció a Larry Nassar en 2015 a la Federación.
Sin embargo, “el FBI tardó 14 meses en contactarme a pesar de mis numerosas peticiones de testificar”, dijo la exatleta de 27 años.
Maggie Nichols, de 24 años de edad y primera en declarar que había sufrido abusos sexuales, dijo que estaba “obsesionada con el hecho de que, incluso después de haber denunciado mis ataques, tantas mujeres y niñas sufrieron”.