El Gobierno mexicano rebautiza la conquista española como “resistencia indígena” en un giro radical a la efeméride para reforzar el antiguo concepto de nación y bajo el riesgo de reabrir heridas.
México conmemora en este 2021 los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan, los 500 años de la conquista de Hernán Cortés y los 200 años de la independencia de México.
Con anterioridad, el presidente emitió comentarios respecto a la conquista para alimentar tensiones con España desde 2019, a los pocos meses de tomar posesión. Entonces envió una carta a Felipe VI y al papa Francisco para solicitar el perdón por los desmanes de la conquista.
Hace semanas recordó aquella petición al Rey. “Envié una carta […] y no tienen ni siquiera la delicadeza de responderla. La filtran y empiezan los ataques a mi persona y al Gobierno, de autoridades, de intelectuales promonárquicos”. Habló de “arrogancia” y zanjó: “Les faltó humildad, se olvidan de que el poder es humildad”.
Esta decisión de denominar este proceso como resistencia indígena busca alejarse de esta idea confrontacional hacia la corona española y, por el contrario, está impregnada de conceptos como el perdón frente a la construcción de la hsitoria oficial del pueblo mexicano.