El 20 de noviembre, una reclusa en la cárcel del condado de Forsyth murió en su celda tras ingerir drogas.
La reclusa fue identificada como Melissa Ponce (28) y según información de los oficiales, había sido arrestada menos de tres horas antes del hecho. Frente a lo ocurrido, las enfermeras y los oficiales intentaron medidas para salvarles la vida con la administración de una dosis de Narcan, pero Ponce fue declarada muerta en la celda de detención.
Los investigadores creen que Ponce ingirió un narcótico ilegal antes de ser encarcelada. Su cuerpo fue transportado a la Oficina del Médico Forense de GBI para una autopsia y determinar la causa de la muerte.
Esta es la segunda muerte de un recluso en la cárcel en noviembre. El 13 de noviembre, Rhett Anderson (63), fue declarado muerto mientras se encontraba en la unidad médica de la cárcel.