Kyndal y Thomas Nipper son una pareja del área de Columbus que perdió a su hijo antes de que naciera.
En el mes de julio, Kyndal dio positivo a la prueba de COVID-19. Después de unos síntomas leves y fiebre baja, se estaba recuperando, pero su bebé dejó de moverse.
Al llegar al hospital, los doctores le dijeron que el bebé no tenía latidos y había nacido muerto.
Luego de un trabajo junto a patólogos, descubrieron que la infección de COVID-19 causó daños en la placenta, órgano que brinda oxígeno y nutrientes al bebé.