El literato hispano-peruano Mario Vargas Llosa reflexiona sobre el rumbo político y social que sigue su continente natal, Latinoamérica, donde la democracia “está muy de paso” y el enconamiento político obstaculiza el progreso.
“Desgraciadamente, en América Latina el odio todavía prevalece entre las diferencias políticas y eso nos impide establecer los sistemas de convivencia que son indispensables para que un país progrese”, manifestó en una entrevista con EFE en un palacete rehabilitado del casco colonial de Quito, Casa Gangotena.
El Premio Nobel de Literatura 2010 recibió de manos del presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, correligionario y amigo personal, la medalla al “mérito en Orden de Gran Cruz” por su aporte a la promoción de la literatura, condecoración que a sus 86 años le entrega el flamante Gobierno de un país vecino al suyo, que no hace mucho le denostaba por sus convicciones políticas.