Familiares de los denominados “presos políticos” de Nicaragua afirmaron estar viviendo una situación precaria desde que sus parientes fueron detenidos en el marco de las manifestaciones contra el Gobierno de Daniel Ortega que estallaron en abril de 2018.
En una conferencia telemática, en la que leyeron una declaración, una representación de familiares de los 134 detenidos aseguraron que se encuentran en una “inaguantable situación” y de sufrir un impacto económico y psicosocial a raíz del arresto de los suyos.
“Hoy pedimos que puedan hacer eco de la injusticia, la impotencia, los abusos a sus derechos humanos y el dolor que todas y todos estamos viviendo”, clamaron.
Según sus estadísticas, el 78 % de los detenidos son adultos de entre 25 a 59 años, y la mayoría padres de niños, que “son el sosten económico de sus hogares e incluso de sus familias ampliadas, lo cual ha agravado su situación económica”.