La crisis de combustibles que padece el país caribeño ha obligado a suspender la atención médica en 50 centros del país, 15 de ellos ubicados en Puerto Príncipe.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), ya advirtió que de no solucionarse el problema en los próximos días cientos de niños, niñas y mujeres que buscan atención de urgencia correrán el riesgo de morir.
“Con la inseguridad que prevalece en Puerto Príncipe, la vida de muchas mujeres embarazadas y recién nacidos está en peligro porque los hospitales que deberían brindarles atención vital no pueden operar normalmente debido a la falta de combustible”, aseguró el Representante Adjunto de UNICEF, Raoul de Torcy.
Por otra parte, una asociación de hospitales privados, que proporciona más del 70% de la atención de emergencia, ha lanzado gritos de alarma al gobierno por el peligro que significaría para sus pacientes que sus instalaciones se queden sin energía.