El expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, enfrentará desde el martes un nuevo juicio por el caso de las escuchas ilegales durante su mandato (2009-2014), después de la anulación del primero, en el que fue declarado “no culpable” de cuatros delitos, incluida malversación.
En este nuevo juicio, que se espera comience en una sede de tribunales en la capital panameña, Martinelli enfrentará solo dos delitos: interceptación de telecomunicaciones y seguimiento, persecución, y vigilancia sin autorización judicial, por lo que se expone a una pena de hasta ocho años de cárcel.
Martinelli, de 69 años y quien siempre ha dicho ser inocente, ordenó interceptar las telecomunicaciones de más de un centenar de personas, entre ellas, empresarios, políticos rivales e incluso aliados suyos, y periodistas, de acuerdo con la acusación.
Este caso, conocido como “pinchazos”, ha sido largo y complicado. Comenzó en junio del 2015 en la esfera de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) porque entonces Martinelli era diputado centroamericano y gozaban de esa prerrogativa.