Una población completamente vacunada será un argumento de venta clave para un país que ya goza de buena reputación por su seguridad, sus playas de arena fina y aguas color turquesa.
Cuba abrirá sus fronteras al turismo y aliviará el próximo mes los requisitos de entrada al país tras vacunar con sus propias inyecciones a la mayoría de la población, con lo que busca ganar cuota de mercado entre los destinos del Caribe.
A partir del 15 de noviembre, Cuba requerirá que los visitantes muestren un certificado de vacunación o una prueba reciente de PCR para ingresar al país, reemplazando protocolos sanitarios anteriores que exigían un periodo de cuarentena y exámenes negativos de PCR.
Las restricciones, más una gran reducción en los vuelos a la isla y una prohibición estadounidense de la mayoría de los viajes a Cuba bajo el mandato del expresidente Donald Trump, han frenado el turismo y dejan a la isla rezagada frente a rivales como República Dominicana, Puerto Rico, Las Bahamas y Cancún.