La comisión del Senado que investigó la gestión del Gobierno brasileño frente a la pandemia de coronavirus aprobó su informe final, que acusa al presidente, Jair Bolsonaro, de “crímenes contra la humanidad” y otros ocho gravísimos delitos.
El informe, producto de seis meses de investigación, fue aprobado por siete votos frente a cuatro y ahora será remitido a la Justicia ordinaria, la Fiscalía, la Corte Suprema y hasta a la Corte Penal Internacional de La Haya, que deberán evaluar si aceptan las denuncias e instauran los correspondientes procesos.
El documento presenta graves acusaciones contra 78 personas y dos empresas y está encabezado por Bolsonaro, líder de una negacionista ultraderecha que minimizó la gravedad del coronavirus y es acusado de nueve delitos, todos tipificados en el Código Penal brasileño.
Se trata de crímenes contra la humanidad, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica, incitación al delito, epidemia con resultado de muerte, falsificación de documentos, uso irregular de dinero público, prevaricación y atentados contra la dignidad del cargo.