“Si la deforestación tuviera las proporciones que están diciendo, la Amazonía ya sería un desierto”, afirmó el líder ultraderechista.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insistió en que las noticias sobre la posible desaparición de la Amazonía por la creciente deforestación y los múltiples incendios son falsas y propagadas por brasileños que quieren afectar la imagen del país y espantar las inversiones.
El jefe de Estado minimizó los datos alarmantes sobre la destrucción de la mayor selva tropical del mundo un día después de que el propio Gobierno informara que la Amazonía brasileña perdió 13.235 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre agosto de 2020 y julio de 2021, la mayor área degradada para un período de doce meses en los últimos 15 años.
La tala en la parte brasileña de la Amazonía en el último año fue en un 21,97 % superior a la de 2020 (entre agosto de 2019 y julio de 2020), cuando abarcó 10.851 kilómetros cuadrados.