Habitantes que deseaban salvar algunas pertenencias formaron filas para poder ser acompañados brevemente a la aldea.
Un muro de lava de hasta 12 metros de alto se abalanzó hacia un pueblo en España, mientras los habitantes se apresuraban a salvar lo que pudieran antes de que la roca fundida destruyera sus hogares tras la erupción de un volcán en La Palma, en las islas Canarias.
La lava del volcán Cumbre Vieja seguía fluyendo desde el inicio de la erupción el domingo y avanzaba despacio por las laderas hacia la costa. Todoque era el último poblado entre la lava y el Océano Atlántico.
La lava avanzaba despacio, a unos 4 metros por hora, mientras el humo se alzaba al paso de la lengua de lava, que destruía todo en su camino.
Expertos estiman que la lava podría tomar varios días para cubrir los 2 kilómetros que quedan hasta la costa o pudiera en lugar de ello diseminarse más ampliamente en tierra.