Más de 300.000 personas dejaron sus casas y hoteles de playa después de que el tifón arrasara parte del archipiélago, dejando a varias zonas incomunicadas y sin servicio eléctrico, a la par que en otros lugares arrancó techos y derribó postes de electricidad.
Al menos 208 personas fallecieron tras el paso de Rai por Filipinas, el peor tifón que ha arrasado este año al país, según los últimos balances oficiales mientras se incrementan los esfuerzos por trasladar alimentos y agua a las islas devastadas.
El tifón Rai azotó Filipinas recientemente con vientos de 195 km por hora y actualmente hay desplegados miles de policías, militares, guardias costeros y bomberos para asistir en las búsquedas y en el rescate en las zonas afectadas.
Es probable que el balance aumente a medida que las agencias del gobierno comiencen a evaluar la totalidad del desastre.
El sábado el ciclón se alejó avanzando por el mar de China Meridional y el domingo estaba frente a las costas de Vietnam avanzando hacia el norte.