El documento promulgado hoy se limitó a aspectos básicos relacionados con la libertad de decisión, el matrimonio o la herencia.
El esperado anuncio de los talibanes en el que se permite la educación y el trabajo femenino tendrá que esperar, después de que evitaran tocar esos puntos en un decreto especial emitido hoy sobre los derechos de las mujeres.
“La mujer no es una propiedad, sino un ser humano noble y libre; nadie la puede entregar a cambio de un acuerdo de paz o para poner fin a una animosidad”, anunció en uno de los puntos el edicto, en referencia a una práctica extendida en Afganistán.
Además, el texto subraya que “el consentimiento de las mujeres adultas es necesario durante el matrimonio (y) nadie puede obligar a las mujeres a casarse por coacción o presión”, algo que incluye a las viudas, que tienen el derecho “a elegir su futuro”.