“La vacunación sigue siendo nuestra herramienta más eficaz para protegernos contra los contagios y las enfermedades”, dijeron las autoridades.
Nueva Zelanda anunció el lunes que la mayoría de los trabajadores sanitarios y profesores no podrán ejercer su actividad si no han sido vacunados contra el coronavirus.
“No podemos dejar nada al azar, por eso hacemos que sea obligatorio”, declaró Chris Hipkins, ministro a cargo de la lucha contra el coronavirus y también titular de Educación.
Los médicos, enfermeras y otros trabajadores sanitarios que estén directamente en contacto con los pacientes tendrán que estar completamente vacunados antes del 1 de diciembre. El personal de enseñanza en contacto con los alumnos deberá haber recibido las dos dosis antes del 1 de enero.
El Colegio Real de Médicos Generalistas de Nueva Zelanda apoyó esta iniciativa y su presidenta, Samantha Murton, calificó la medida de “atrevida pero necesaria”.