La respuesta neozelandesa al coronavirus se sustentó en confinamientos estrictos, seguimiento riguroso a los contactos de los contagiados y el cierre de fronteras.
Nueva Zelanda levantará en diciembre un confinamiento de tres meses y medio en la ciudad de Auckland, la más grande del país, al adoptar una nueva estrategia de control del coronavirus, anunció el lunes la primera ministra Jacinda Ardern.
Indicó que el 2 de diciembre, Nueva Zelanda aplicará una nueva respuesta al Covid-19 que buscará contener la contagiosa variante Delta más que intentar eliminarla por completo.
“La dura realidad es que delta está aquí y no se va a ir”, declaró la gobernante a periodistas.
“Ningún país ha podido eliminar la variante Delta por completo, pero Nueva Zelanda está mejor posicionada que la mayoría para enfrentarla”, aseguró.
Con ello ha tenido solo 40 muertos en una población de cinco millones, pero la presión ha crecido para levantar el confinamiento en Auckland, en vigor desde agosto cuando se detectó la variante delta.