Los asistentes a la misa no tendrán que llevar mascarillas ni mostrar un certificado de vacunación o un test negativo del Covid-19, manteniendo la ausencia de medidas de seguridad que ha imperado durante los siete días del Congreso Eucarístico.
Más de 75.000 personas, a las que no se someterá a medidas de control o restricciones por el Covid-19, recibirán el domingo al papa Francisco en la Plaza de los Héroes de Budapest, donde celebrará la misa de clausura del 52 Congreso Eucarístico Internacional.
Antes de la misa, durante las pocas horas que pasará en Budapest, Francisco se reunirá con el presidente de Hungría, János Áder, y con el primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, con el que mantiene posturas enfrentadas en temas como la emigración o los derechos de las minorías sexuales.
Tras esta breve estancia, que el Vaticano no considera una vista oficial al país, el papa iniciará su visita de tres días a Eslovaquia.