En España hay una gran indignación por las declaraciones de un excéntrico sacerdote que culpó de la tragedia que conmueve al país a la madre de Anna y Olivia, las niñas que desaparecieron junto con su padre Tomás Gimeno.
Olivia fue hallada muerta la semana pasada tras ser asesinada por su progenitor para causar un “inhumano dolor en su expareja”, según la justicia.
Anna y su hermana Olivia, de seis años, fueron dadas por desaparecidas el 27 de abril luego de que su padre Tomás Gimeno hiciera una última llamada “con un tono de despedida” a la madre Beatriz Zimmermann, de la que estaba separado, según la policía.
En medio de esta situación en el país europeo, el cura Fernando Báez Santana dijo lo siguiente: “Esto que acaba de pasar en Tenerife, ese hombre que mata a las dos niñas y se mata él, no habría pasado si ese matrimonio hubiera sido fiel. Si no se hubiese roto el matrimonio esas niñas estarían vivas”.