El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio visto bueno a la mayor inyección de recursos en su historia, con USD 650.000 millones destinados a ayudar a los países a lidiar con la creciente deuda y las consecuencias de la pandemia de Covid-19.
La creación de activos de reserva, conocidos como derechos especiales de giro (DEG), es la primera desde los USD 250.000 millones que emitió justo después de la crisis financiera mundial de 2009. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, lo calificó como un “propulsor” que ayudará a impulsar la estabilidad económica mundial.
“Se trata de una decisión histórica: la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y una inyección de energía para la economía mundial en un momento de crisis sin precedentes.
La asignación de DEG beneficiará a todos los miembros, abordará la necesidad mundial de reservas a largo plazo, creará confianza y fomentará la resistencia y la estabilidad de la economía mundial”, dijo Georgieva.