Desde la isla griega de Lesbos, en donde se encuentra visitando un campamento temporal que alberga a unos 2.000 solicitantes de asilo, el Papa Francisco denunció “el egoísmo y el nacionalismo estrechos” sobre el la forma en que los países europeos tratan a los inmigrantes.
El discurso del Papa se da luego de que el mes pasado murieran 27 personas cuando su bote inflable se hundió en el Canal entre Francia y el Reino Unido.
Además, el Papa lamentó que varias personas también hayan muerto a bajas temperaturas al intentar cruzar a Polonia desde Bielorrusia, pues alega que existe un abandono inmigrantes, al cual llamó “naufragio de la civilización”.