Miles de australianos se manifestaron el sábado en Sídney, donde hubo enfrentamientos con la policía, y Melbourne, las dos mayores ciudades del país, para protestar contra el confinamiento decretado para frenar el coronavirus.
Decenas de personas fueron detenidos después de la manifestación no autorizada en Sídney que no respetaba las consignas sanitarias.
La manifestación duró varias horas y se produjeron enfrentamientos con la policía.
Algunos agentes fueron agredidos con botellas de agua por los manifestantes, que se oponen a la orden de quedarse en casa.
En Melbourne, miles de personas se reunieron a primera hora de la tarde frente al parlamento estatal y luego llenaron varias calles.
Los manifestantes, en su mayoría sin mascarilla, incumplieron las normas que prohíben los viajes no esenciales y las reuniones públicas, un día después de que las autoridades sugirieran que las restricciones podrían seguir vigentes hasta octubre.