El actor interpreta a Richard Williams, papá y entrenador de las hermanas Williams en su nueva película, papel que lo suma a la carrera por el premio Oscar.
Will Smith no parecería un candidato obvio para una crisis de la mediana edad. Tenía un éxito enorme, era inmensamente popular y era infatigablemente alegre. Sin embargo, Smith, quien protagoniza el drama King Richard (Rey Richard: Una familia ganadora) como Richard Williams, el padre y entrenador de Venus y Serena Williams, está resurgiendo tras un extenso período de introspección.
El actor, de 53 años, escribe en un nuevo libro de memorias que ha estado meditando, participando en ceremonias de ayahuasca y, en general, haciéndose muchas preguntas sobre su propia infancia y sus decisiones como padre, esposo y estrella de cine. “Mi familia estaba empezando a odiarme”, dijo Smith, riendo. “Todo iba muy bien y todos se sentían miserables. Pensé, ‘tal vez debería echarle un vistazo a esto’”. Así, decidió por este proyecto.
Con más de 4 mil millones de dólares recaudados en taquilla, Will Smith es uno de los mayores atractivos del cine y un showman por naturaleza. No obstante, en la vida real, ya no le interesa fingir que es sobrehumano. King Richard, que Warner Bros estrena este viernes en cines y HBO Max, es parte de una nueva dirección para el actor. Su actuación es un retrato sensible y conmovedor de un padre que canaliza todo su dolor hacia el amor por su familia, lo cual ha generado las mejores críticas en la carrera de Smith. El actor, dos veces nominado al Oscar — por Ali y En busca de la felicidad — es ampliamente considerado el favorito para el Premio de la Academia.