Ha pasado más de un año desde que Pink y su hijo dieron positivo de COVID-19, y la cantante todavía está experimentando secuelas de la gravedad de la enfermedad
Así lo confesó Pink al presentador de Heart Radio, Mark Wright, recordando que pensó que ella y su hijo de 3 años, Jameson, iban a morir porque sus síntomas eran muy graves. “Esto va a sonar loco, pero tuvimos COVID el año pasado, a principios de marzo, y fue realmente terrible y reescribí mi testamento… Sabes, estaba en el punto en el que pensé que se había acabado todo para nosotros.”
Pink agrega que llegó a llamar a su mejor amiga para hacerle una solicitud en caso de que muriera.
“Le dije: ‘Solo necesito que le digas a Willow cuánto la amaba'”, recuerda. “Fue realmente aterrador y horrible.”
La cantante también dijo “Como madre piensas, ya sabes, ¿qué le dejo a mi hijo? ¿Qué les estoy enseñando? ¿Van a triunfar en este mundo, en este mundo loco en el que vivimos ahora? ¿Qué les digo si esta es la última vez que puedo decirles algo?”
Pink y Jameson finalmente se recuperaron y ella vivió para escribir su nueva canción, All I Know So Far.
Después de recuperarse, la cantante donó $1 millón de dólares a los fondos de ayuda por el COVID reconociendo la necesidad de realizar pruebas.