Producido por Butch Vig, el disco fue un clásico instantáneo y hasta el momento ha vendido más de 30 millones de copias en todo el mundo.
Sin duda ‘Nevermind’, el segundo disco de la banda comandante del grunge, Nirvana, es el punto clímax de la banda y del género surgido en Seattle, que encabezó. El famoso LP con la portada del bebé en la piscina persiguiendo un billete de dólar, abrió la brecha para sin fin de bandas del rock alternativo, algunas más longevas como Soundgarden y otras no tanto como Alice in Chains, Pearl Jam o Stone Temple Pilots, entre otras, al universo del rock masivo de la década de los noventas.
Dos semanas antes, el 10 de septiembre, el boom se había puesto en marcha a gran velocidad con la emisión del sencillo “Smells Like Teen Spirit”, un clásico instantáneo del rock. Su éxito inmediato superó las expectativas de ventas, logrando desbancar ni más ni menos que a Michael Jackson. con el hiperpublicitado “Dangerous” Nevermind, para diciembre tenía discos de oro y platino. Cabe destacar que, hasta la fecha, ha vendido más de 30 millones de copias en todo el mundo.
El modelo de canciones minimalistas pero directas, cargadas de mucho sentimiento y euforia, con la rasposa voz característica de Kurt Cobain, y coros indudablemente radiables, atraparon a los principales críticos de la época. La triada de Kurt Cobain como vocalista y guitarrista , Dave Ghrol en la batería y Kris Novoselic, en el bajo, logró que la agrupación tope el cielo, hasta la trágica muerte de Cobain.