La actriz ha presentado en Londres el largometraje ‘Spencer’, en el que encarna a la eterna princesa.
Aunque lleve trabajando en la industria del cine desde 1999, Kristen Stewart conoció el éxito mundial nueve años después gracias a su interpretación de Bella Swan en Crepúsculo. Tras aquel fenómeno de masas, la actriz de 31 años ha consolidado su carrera como estrella de Hollywood y ahora estrena uno de sus papeles más especiales por el que se dice que podría ganar un Oscar: encarna a Diana de Gales en la película Spencer, que acaba de estrenarse en Londres.
En la première, la californiana ha demostrado que el color de pelo rubio melocotón con el que apareció en el Festival de Venecia no es un cambio pasajero y experimenta con las posibilidades que le ofrece su nueva melena midi tras una larga etapa, en la que lució un pixie rapado por los laterales. Un corte ultra favorecedor y elegante que ha combinado con el maquillaje de fiesta de aire rock and roll que siempre ha mantenido en sus apariciones públicas y la manicura que sobrevive a las tendencias veraniegas.
El look de belleza de Stewart contrasta con la elegancia del vestido de Chanel de escote palabra de honor y adornado con paillettes que ha llevado en el estreno. A la melena de textura desenfadada, se le suma el ahumado de ojos en clave rock and roll con el que centra toda la atención en la mirada. Para crearlo, se han mezclado tonalidades verdes en el párpado superior que se funden con el marrón cálido que alarga la forma del ojo en los extremos, y el rosa salmón anacarado que ilumina tanto el lagrimal como el hueso de la ceja para captar la luz de los focos. En cuanto al resto del maquillaje, la naturalidad es el secreto que aporta armonía al acabado final, con el cual terminó llevándose todos los reflectores de la gala.