Tom Brady volvió a hacer historia este domingo en el partido ante Chicago al convertirse en el primer quarterback en llegar a los 600 pases de anotación en la NFL. Lo que no esperaba es que ese récord iba a costar una buena suma de dinero. Y todo porque Mike Evans, el receptor de los Buccaneers, desconocía el dato histórico de su compañero. ¿Y qué hizo? Entregó el ovoide a un fan en las gradas como suele tener de costumbre.
Cuando Brady llegó al banco y preguntó a Evans por el ovoide para guardárselo de recuerdo por su gesta, se dio cuenta de que no lo tenía. Por suerte, hubo final feliz.
El afortunado aficionado que tenía el premio se llamaba Byron Kennedy. . Según varias informaciones, los Buccaneers recuperaron el tesoro de Brady a cambio de mil dólares, un balón oficial del partido con autógrafos y un jersey firmado por el quarterback. Una anécdota más para una nueva hazaña de Brady.