Expertos en marketing deportivo estiman que estamos ante un fenómeno que podría superar en breve al de Naomi Osaka.
Es la mujer de moda en el tenis. Emma Raducanu está en boca de todos tras su espectacular triunfo en el pasado US Open, torneo donde no cedió ni un solo set en los 10 partidos que disputó (3 de la previa y 7 de la fase final) y que le reportó un premio de 2.5 millones de dólares. Sin embargo, el fenómeno Raducanu va a ir mucho más allá, y no sólo a nivel deportivo, ya que, según los expertos en marketing deportivo, se estiman en unos 20 millones de libras (27,7 millones de dólares) los ingresos que la británica podría generar en los próximos dos años.
Ya es una chica de portada de la edición de octubre de British Vogue y las principales marcas mundiales en todo, desde moda hasta automóviles y joyas, harán cola en las puertas de IMG, su empresa de gestión. “No hay límite en lo que puede lograr en la cancha“, asegura Tim López, director de la firma de marketing deportivo CSM. “Ella ya tiene una gran demanda, pero si sigue su éxito en los Grand Slams, se convertirá rápidamente en una de las atletas más comercializables del planeta“.
Con su alcance global y su exposición equitativa, el tenis ofrece un camino hacia la riqueza para las mejores jugadoras, como Naomi Osaka, que ganó $55 millones, sin incluir premios en metálico, el año pasado, según la revista Forbes. De las 10 deportistas mejor pagadas del mundo, nueve son tenistas. López cree que Raducanu, cuya madre Renee es china, comparte el mismo atractivo de marketing que Osaka, cuatro veces campeón de Grand Slam, cuya madre es japonesa y padre haitiano. Esto haría que sus ganancias se eleven todavía más de lo esperado.