La entrada del bosnio permite al vigente campeón remontar un partido en el que se mantuvo vivo gracias al portero Samir Handanovic.
El Inter de Milán reaccionó a tiempo ante el Sassuolo para darle la vuelta a un partido que se le complicó en el primer tiempo con el tanto de penalti de Berardi. El cuadro de Inzaghi se sobrepuso a su mala puesta de escena gracias las paradas de Handanovic y a la entrada de Dzeko, autor del 1-1 y artífice del penalti que supuso el 1-2, claves para que el campeón remontara y siga la estela del Nápoles.
El inicio firme del Inter fue un espejismo. Tras dominar los primeros compases y generar varios acercamientos de cierto peligro, el equipo de Inzaghi fue decayendo de a pocos. Así, mediado el primer tiempo, el extremo Jeremie Boga ingresó en el área, retó a los defensores interistas y provocó un penalti que luego transformó desde los once metros Domenico Berardi (22’).
Para el complemento, a los 57′, entraron Arturo Vidal, Matteo Darmian, Federico Dimarco y Edin Dzeko. Los cambios tuvieron un efecto reparador inmediato para el campéon. El bosnio, Dzeko, con un gran remate en plancha completó un centro medido de Perisic para hacer el 1-1 en el primer balón que tocó (58’). A falta de 12 minutos para el final, el bosnio esta ve tiró un buen desmarque al espacio provocando el derribo de Consigli. La pena máxima no la desaprovechó Lautaro Martínez, quien selló el 1-2 definitivo a los 78′.