Un autopsia reveló una grave daño cerebral en el lóbulo frontal del exjugador de la NFL que mató a tiros a cinco personas antes de suicidarse en abril, las autoridades informaron el martes.
Los 20 años que Phillip Adams estuvo jugando futbol americano “sin duda … propiciaron” el diagnóstico de encefalopatía traumática crónica de etapa 2, dijo la doctora Ann McKee, quien examinó su cerebro.
Las autoridades señalaron que Adams mató al médico Robert Lesslie; su esposa, Barbara; dos de sus nietos, Adah Lesslie, de 9 años, y Noah Lesslie, de 5, el 7 de abril, en Rock Hill, Carolina del Sur. Las otras víctimas fueron dos empleados de ventilación que se encontraban trabajando en la residencia de los Lesslies, James Lewis y Robert Shook, ambos de 38 años. La policía encontró a Adams muerto, con un disparo en la cabeza.
ETC, como se le conoce a la enfermedad degenerativa cerebral, es un padecimiento atribuido a traumatismos repetidos en la cabeza y conmociones. Se ha demostrado que causa diversos síntomas, como arrebatos de ira y pérdida de memoria.
“Hay indicios de que tenía evidente problemas de comportamiento y cognitivos”, dijo McKee. “No creo que fue algo repentino. Da la impresión que fue una discapacidad que se fue agravando. Era cada vez más paranoico, estaba teniendo más dificultades con su memoria y su conducta era cada vez más impulsiva. Quizás no se pudo identificar, pero no fue algo que pasó de la nada”.
McKee, directora de un centro especializado en la enfermedad en la Universidad de Boston, dijo que de los 24 jugadores de la NFL diagnosticados con ETC, tras morir entre los 20 y 30 años, la mayoría tenía la etapa 2, como Adams. La enfermedad tiene cuatro etapas, con la 4 como la más grave y a la que se le asocia con la demencia.