El presidente electo Joe Biden aplaudió el lunes la noticia sobre una prometedora vacuna contra el coronavirus, pero advirtió que los estadounidenses deben ser agresivos con el uso de cubrebocas y el distanciamiento social a medida que las infecciones continúan aumentando en todo el país.
Por su parte, el equipo de transición del demócrata también dio a conocer la lista de expertos que conformarán al grupo encargado de responder al COVID-19.
Mientras Biden anunciaba a su grupo de expertos, Pfizer anunciaba resultados prometedores de una vacuna para el coronavirus.
La compañía, que desarrolló la vacuna junto con la farmacéutica alemana BioNTech, dijo que a finales del mes presentará una solicitud de uso de emergencia ante los reguladores estadounidenses.
“Incluso si eso se logra, y algunos estadounidenses son vacunados a finales de este año, pasarán muchos meses más antes de que haya una vacunación generalizada en este país”, dijo Biden en un comunicado, y señaló que la vacuna no cambia la “realidad urgente” que los estadounidenses tendrán que depender del uso de cubrebocas, el distanciamiento y otras medidas de mitigación en los próximos meses.
Mientras Biden recibía la noticia de la vacuna con cauteloso optimismo, Trump —que dijo durante la campaña presidencial que una vacuna podría estar lista para el día de las elecciones— tuiteó el lunes: “EL MERCADO BURSÁTIL ARRIBA EN GRANDE, LA VACUNA VIENE PRONTO. REPORTAN QUE ES 90% EFECTIVA. ¡MUY BUENAS NOTICIAS!”.
Estos sucesos coincidieron con la noticia de que Estados Unidos superó los 10 millones de casos confirmados de coronavirus, de acuerdo con los datos más recientes de la Universidad Johns Hopkins. El país está registrando ahora en promedio 109.000 contagios al día y suma al menos 237.000 muertes.
El grupo de Biden para responder a la pandemia incluye médicos y científicos que han trabajado en otros gobiernos, muchos de ellos expertos en salud pública, vacunas y enfermedades infecciosas.
Lo encabezan el exdirector de salud pública Vivek Murthy; el extitular de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus iniciales en inglés), David Kessler, y la doctora Marcella Nunez-Smith, profesora e investigadora de la Universidad de Yale.
También destaca la presencia de Rick Bright, experto en vacunas y exjefe de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado. Bright denunció que fue relegado a un puesto menor porque resistió la presión política para permitir el uso de hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria promovido por el presidente Donald Trump como tratamiento para el COVID-19.
Las autoridades de salud pública advierten que el país está entrando en su peor fase de la pandemia con la llegada del invierno y la próxima temporada de fiestas de final de año, que aumentan el riesgo de contagios rápidos mientras los estadounidenses viajan, compran y celebran con seres queridos.
“Los próximos dos meses van a ser duros, difíciles”, dijo el doctor Albert Ko, especialista en enfermedades infecciosas y presidente de departamento en la Facultad de Salud Pública de Yale. “Podríamos ver otras 100.000 muertes para enero”.
Otros miembros del equipo de Biden incluyen a Luciana Borio, especialista en biodefensa; el oncólogo Ezekiel Emanuel, presidente de bioética de los Institutos Nacionales de Salud; el doctor Atul Gawande, asesor de salud de la administración Clinton; la doctora Celine Gounder, experta en enfermedades infecciosas, VIH y tuberculosis; la pediatra Julie Morita, especialista en inmunizaciones; el epidemiólogo Michael Osterholm; Loyce Pace, especialista en salud global; Robert Rodríguez, quien ha estudiado la salud mental de los profesionales médicos encargados de responder al COVID-19; y doctor Eric Goosby, un experto en enfermedades infecciosas y VIH.