Montevideo, Uruguay 20 oct (EFE).- Los expresidentes de Uruguay Julio MarĆa Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) y JosĆ© Mujica (2010-2015) participan este martes de una sesión extraordinaria en la que ambos renunciarĆ”n a sus escaƱos de senador.
“Porque me tiró el virus pa’ fuera, porque tengo 85 aƱos y una enfermedad inmunológica. Me encanta la polĆtica, pero mĆ”s me encanta no morirme”, razonó Mujica a los periodistas que le cuestionaron por su retirada a la entrada a la CĆ”mara Alta.
Sanguinetti y Mujica obtuvieron sus escaƱos en las elecciones celebradas en octubre de 2019, pero su avanzada edad (Sanguinetti tiene 84 y Mujica 85) les ha hecho justificar su ausencia del resto del perĆodo legislativo, que concluye en 2025.
Dos viejos lobos, eternos rivales, en las antĆpodas del pensamiento pero estrategas polĆticos como nadie y con una capacidad de convocatoria que muy pocos tienen. AsĆ son JosĆ© ‘Pepe’ Mujica y Julio MarĆa Sanguinetti, dos expresidentes que cierran juntos una pĆ”gina histórica de la polĆtica uruguaya.
Uno defensor de la izquierda, otro conservador de derecha, pero ambos contrincantes con peso en la actualidad pese a la vejez (Mujica tiene 85 aƱos y Sanguinetti 84).
QuizĆ” el destino, pero fundamentalmente la terquedad de estos dos personajes históricos para no querer abandonar la actividad en la que militan desde que tienen uso de la memoria, hizo que decidieran dar un paso al costado y abandonaran juntos, en una misma sesión, su escaƱo en el Senado tras dĆ©cadas vinculados a la polĆtica.
MUJICA, DE GUERRILLERO A PRESIDENTE
Su atuendo informal, su forma de vida austera, los discursos filosóficos y el pasado de armas hasta llegar al sillón presidencial son parte de las caracterĆsticas que definen a Mujica y que han generado que su apellido sea considerado uno de los mĆ”s influyentes de los Ćŗltimos tiempos en LatinoamĆ©rica.
Pese a sus años y sus constantes exabruptos, Mujica sigue generando una masa de seguidores única en Uruguay y es el senador mÔs votado de la lista mÔs votada -el Movimiento de Participación Popular (MPP), sector que integra el Frente Amplio (FA, izquierda)-.
Su vida estuvo marcada desde joven, al unirse en la dĆ©cada del 60 al grupo guerrillero Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), que batalló en guerrilla -en Ć©pocas en las que aĆŗn habĆa democracia en Uruguay- y fue derrotado en 1972.
Con la llegada de la dictadura cĆvico-militar (1973-1985), Mujica fue encerrado en condiciones inhumanas, torturado y aislado de casi todo tipo de comunicación por 12 aƱos.
Una vez restablecida la democracia, el MLN-T abandonó las armas y se unió al FA -fundado en 1971- en 1989. Con los años, la popularidad de Mujica, su particular historia y especial carisma catapultaron al sector como el de mayor convocatoria.
El FA llegó al poder en 2005 de la mano de Tabaré VÔzquez (2005-2010 y 2015-2020) y, cinco años mÔs tarde, Mujica consiguió la Presidencia.
En su gobierno su imagen recorrió el mundo, se lo catalogó como “el presidente mĆ”s pobre del mundo” por vivir en una finca y donar su sueldo a un plan de vivienda.
Sus discursos en Ć”mbitos internacionales y las leyes aprobadas -matrimonio igualitario, legalización del aborto y marihuana legal- le dieron gran resonancia al paĆs fuera de fronteras.
SANGUINETTI, EL ARTĆFICE DE LA COALICIĆN
De diferente perfil a Mujica, mĆ”s estructurado, elocuente y acadĆ©mico para hablar, con un aspecto tambiĆ©n particular -sobre todo por su caracterĆsticas cejas que han sido objeto de caricaturas e ilustraciones- Sanguinetti ha sido un actor clave en la democracia uruguaya.
Este historiador, escritor, abogado, pero, sobre todo, polĆtico de raza, fue el primer presidente electo tras la dictadura y gobernó Uruguay en dos periodos: 1985-1990 y 1995-2000.
Desde su sector, Batllistas, ha liderado al histórico Partido Colorado (PC-centroderecha) y es uno de los personajes mÔs influyentes.
Con su carĆ”cter y liderazgo polĆtico llevó adelante una primera presidencia en la que la sociedad uruguaya aĆŗn se encontraba con las heridas frescas por la dictadura de 12 aƱos que azotó al paĆs.
Tras el derrumbe polĆtico del PC a comienzos del siglo XXI, fundamentalmente tras la crisis del 2002, Sanguinetti dejó la polĆtica “formal”, aunque constantemente hacĆa apariciones pĆŗblicas.
Sin embargo, para las Ćŗltimas elecciones internas sus compaƱeros de partido fueron a buscarlo y le pidieron que volviera a calzarse los botines de la polĆtica para ayudar a levantar un partido que, en las encuestas, estaba en el olvido.
Aunque no logró vencer a Ernesto Talvi en esa instancia electoral, Sanguinetti sacó a lucir su capacidad negociadora, los pergaminos que lo colocaron en la historia como un polĆtico de pura cepa y fue el artĆfice y motor del acuerdo entre cinco partidos que permitió la coalición multicolor que gobierna el paĆs bajo la Presidencia de Luis Lacalle Pou.
QUIEN SE VA SIN QUE LO ECHEN…
ĀæRealmente es el fin de la vida polĆtica de Sanguinetti y Mujica? Esa incógnita solo podrĆ” ser respondida mĆ”s adelante ya que los hechos han demostrado que ninguno soporta mucho tiempo fuera de la actividad que los ha definido.
Sanguinetti se habĆa retirado de la polĆtica formal, ya no iba a ser candidato, pero volvió con todo en 2018 y desde ahĆ se plantó en la escena polĆtica como en sus mejores aƱos.
Mujica, quien en 2018 tambiĆ©n renunció al Senado para descansar tras “su largo viaje” de la vida, tambiĆ©n volvió a la escena para intentar ayudar al FA a ganar las elecciones de 2019 -algo que finalmente no consiguió-.
Ahora, los dos expresidentes cuyas vidas polĆticas han sido paralelas, contrapuestas pero complementarias, renuncian juntos. Un poco por la pandemia -ya que ambos son población de riesgo-, tal vez tambiĆ©n por cansancio y por dar cierre definitivo a una etapa.
A pesar de todo, es probable que estos dos viejos lobos, el guerrillero y el acadĆ©mico, el de casa pequeƱa y el intelectual de cejas grandes, todavĆa tengan mucho por vivir, ya que, desde el principio hasta el fin de sus dĆas, ambos serĆ”n polĆticos.
abcd